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Vacunación obligatoria El empleado de una funeraria se negó a vacunarse contra la hepatitis B, una vacuna prescrita por el médico del trabajo, pero también prevista por un decreto ministerial y por el convenio  colectivo  .

Vacunación obligatoria y empleo: Despido en caso de negativa: –

Cuando un empleado rechaza una vacuna impuesta por su profesión, el despido puede considerarse legítimo en ausencia de contraindicación médica. El Tribunal de Casación, el tribunal más alto de Francia, ha examinado casos en los que los empleados rechazan las vacunas requeridas en su lugar de trabajo, examinando las implicaciones legales de estas negativas.

Un caso notable fue el de un empleado de una funeraria que se negó a vacunarse contra la hepatitis B, a pesar de que la vacunación estaba prescrita por el médico del trabajo e impuesta por un decreto ministerial y un convenio colectivo.

Sentencia del Tribunal de Casación sobre vacunación obligatoria y denegación: –

El Tribunal de Casación confirmó la decisión de los jueces de primera instancia, destacando que el reglamento de la empresa exigía la vacunación. En ausencia de contraindicación médica que pueda justificar la negativa, el trabajador no puede oponerse a la vacunación prescrita por el médico del trabajo.

La decisión del tribunal destaca la importancia de cumplir con los requisitos de vacunación establecidos por los empleadores, particularmente cuando están respaldados por directrices y disposiciones legales de salud ocupacional. En los casos en que la negativa de un empleado no esté motivada por una razón médica válida, el despido puede estar justificado.

Esta decisión refleja el marco legal más amplio que equilibra los derechos y responsabilidades de empleadores y empleados. Aunque los empleados tienen derecho a tomar decisiones sobre su salud, este derecho no es absoluto y debe equilibrarse con los intereses y obligaciones legítimos del empleador, particularmente en sectores donde la vacunación es crucial para la salud pública y la seguridad ocupacional.

Cabe señalar que pueden existir derechos individuales a rechazar la vacunación en determinadas circunstancias, como contraindicaciones médicas o creencias religiosas. Sin embargo, cuando no existe ninguna razón médica válida, los empleadores tienen la autoridad de imponer vacunas obligatorias para cumplir con su obligación de mantener un ambiente de trabajo seguro y saludable.

En conclusión, la sentencia del Tribunal de Casación afirma que, salvo contraindicación médica, los empleados que rechazan las vacunas obligatorias prescritas por un médico del trabajo están expuestos a un despido legítimo. La decisión destaca la importancia de equilibrar los derechos individuales con la responsabilidad del empleador de proteger la salud y la seguridad de los  empleados  y del público. 

Bufete de abogados DAMY .