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La sociedad civil inmobiliaria permite la tenencia de uno o más bienes inmuebles por diferentes personas. ¿En qué casos es interesante crear un SCI y cuáles son las ventajas?

 

¿Para qué sirve un SCI?

Una sociedad civil inmobiliaria (SCI) tiene por objeto la adquisición, construcción o administración de uno o más bienes inmuebles, con el fin de arrendarlos o ponerlos a disposición de un socio. El SCI se crea por contrato entre al menos dos socios, que pueden ser personas físicas o jurídicas, mayores de edad o menores, particulares o profesionales. No hay capital mínimo. El objeto de la sociedad no debe ser comercial: el inmueble no puede ser comprado con vistas a su reventa o alquiler amueblado. La redacción del contrato es un paso decisivo para el posterior funcionamiento de la empresa.

 

Para evitar las desventajas de la propiedad conjunta

A menudo, la propiedad conjunta es una fuente de conflicto entre los herederos que comparten la propiedad. La sociedad civil inmobiliaria ofrece más flexibilidad. En efecto, no se requiere la unanimidad de los socios para la venta del inmueble o para la realización de obras. El SCI también permite seleccionar a los socios: de hecho, es posible insertar una cláusula de aprobación en los estatutos para controlar la entrada de otros socios en el capital social. La SCI también es más estable ya que sólo puede disolverse por decisión de los socios con la mayoría de las acciones.

 

Para proteger a su cónyuge

La constitución de un SCI impide a los cónyuges enajenar los bienes o haberes que posea en caso de disolución; cada dueño restante de sus acciones después de la separación, la propiedad no tiene que ser vendida para que el producto de la venta sea compartido. El cónyuge también está protegido en caso de fallecimiento. Si el causante y el cónyuge supérstite han constituido una SCI, pueden haber previsto en los estatutos cláusulas favorables al cónyuge supérstite, para garantizarle el goce de los bienes familiares hasta su propia muerte, disponiendo que a la muerte de la de los socios, la sociedad continuará con el sobreviviente o con los herederos aprobados por él.

 

Para obtener beneficios fiscales

Si el SCI es propietario de bienes inmuebles que arrienda, podrá deducir de su facturación los intereses y el coste de la obra. Cualquier déficit podrá imputarse al impuesto sobre la renta de los socios, hasta un máximo de 10.700 euros. Es interesante la creación de un LIC en caso de donación. De hecho, el SCI es la mejor solución fiscal para los padres que desean legar sus bienes a sus hijos sin dejar de administrarlos.

 

Para negocios inmobiliarios

La creación de un SCI también es ventajosa para los profesionales. Le permite al administrador proteger sus activos al evitar que sus acreedores personales se apoderen del edificio en el que se encuentra su negocio. En el caso de que la propia empresa se encuentre en suspensión de pagos o liquidación forzosa, los acreedores de la empresa tampoco pueden embargar los locales de la empresa. También es posible retirar los edificios de los activos de la empresa para reducir el valor de la empresa: un comprador solo adquiere la operación comercial.

 

Bufete de abogados DAMY , ¿Por qué crear un SCI? Actualización 2022