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Si un tercero se aprovecha de nuestra fragilidad mental o física para extorsionarnos con dinero o bienes, podemos ser víctima de abuso de debilidad. Luego debe probarse reuniendo todos los elementos incriminatorios y tomando acciones legales.

¿Qué es el abuso de la debilidad?
Esta situación se caracteriza por estar en un estado de debilidad y ser influenciado por un tercero, un familiar o incluso un vendedor cuando, por ejemplo, entrega bienes o toma compromisos contractuales. Las personas sienten que están bajo la influencia de fragilidades físicas como enfermedades o vulnerabilidades mentales vinculadas, por ejemplo, a dificultades personales que intentan alterar de facto su juicio.

¿Cómo demostrarlo?
Es necesario reunir todos los elementos a cargo de las donaciones: fotocopias de cheques, transferencias, títulos de propiedad, etc. Además, es importante reunir pruebas que demuestren su estado de debilidad en el momento en que se realizaron las donaciones: testimonios de familiares, médicos documentos, cartas de despido…

¿Qué medios de acción?
Una vez reunidas las pruebas del abuso de debilidad, deberá presentar una denuncia ante la policía o el ministerio público, quienes decidirán si dan una respuesta favorable. En este caso, el presunto autor es enviado de vuelta al tribunal penal. A continuación, puede iniciar una acción civil para reclamar daños y perjuicios y la restitución de la propiedad invocando el daño material y moral.

¿Cuáles son las sanciones?
El autor declarado culpable de abuso de debilidad se arriesga a hasta tres años de prisión y una multa de 375.000 euros. Debido a que el número de víctimas del abuso de debilidad por parte de grupos sectarios es elevado, la ley es más estricta contra ellas: las penas pueden llegar hasta los cinco años de prisión y una multa de 700.000 euros.
Bufete de abogados DAMY, Niza, ¿Soy víctima de un abuso de debilidad? Actualización 2022