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¿Qué es una auditoría fiscal? ¿Cómo está yendo? ¿Qué riesgos corremos?
De qué se trata ?
El control tributario se refiere a la actuación de un representante de la Hacienda Pública para establecer la concordancia entre las declaraciones realizadas por el contribuyente y la información de que dispone la administración tributaria. Este control puede hacerse “en papel”, es decir que el interventor comprueba las declaraciones y documentos aportados por el contribuyente en las oficinas de la administración, y sin que el contribuyente tenga conocimiento de ello. Por lo tanto, el contribuyente solo es informado en caso de rectificación. Este control también se puede hacer en el sitio, en la empresa: esto se llama una “auditoría contable”. En las pequeñas empresas, esto implica con frecuencia una auditoría de los impuestos personales del director o socio principal.
Sea COLABORATIVO
Durante una auditoría fiscal, es recomendable aceptar la auditoría y cooperar.
DOCUMENTOS a aportar
La lista de documentos que se deben proporcionar aparece en el aviso de verificación que recibe. Por lo tanto, es necesario prepararlos para la primera entrevista y proporcionar al verificador todo lo que solicite. Estos documentos se refieren principalmente a la contabilidad de la empresa (que, por lo tanto, debe llevarse cuidadosamente). El auditor también puede solicitar justificantes «no contables» para verificar el carácter profesional de un gasto: es el caso, por ejemplo, para justificar que un viaje, que no dio lugar a un pedido, fue un viaje de negocios.
¿Cómo se realiza el CONTROL?
Un control requiere una serie de visitas sucesivas. Como regla general, el verificador regresa cada semana solicitando información adicional. Todo esto ocurre en el marco de un “debate contradictorio”, es decir que hay un intercambio entre el auditor y el gerente. Este intercambio finaliza con una entrevista final en la que el auditor resume todas las dificultades que ha podido encontrar, con el fin de recoger las observaciones del director y tenerlas en cuenta a la hora de redactar “la propuesta de rectificación”: este documento, que completa el control, resume todos los ajustes incurridos por el contribuyente.
Los riesgos
En primer lugar, corre el riesgo de tener que pagar el impuesto que debería haber pagado con multas por mora, que generalmente ascienden al 10%, más intereses de demora. También pueden existir sanciones adicionales: hasta un 40% más en caso de mala fe o incumplimiento doloso y un 80% en caso de abuso de derecho. Si se opone al control, corre el riesgo de recibir una sanción del 100 %.
DESPUÉS del cheque
O el control da como resultado una ausencia de ajustes, o da como resultado ajustes. Si acepta estos ajustes, el gerente recibe un aviso de impuestos que tendrá que pagar con multas. Si no las acepta o en parte, tiene la posibilidad de formular observaciones escritas a las que la administración está obligada a responder aceptándolas total, parcialmente o nada. A partir de ese momento se pueden iniciar varios recursos: recurso ante el superior jerárquico del verificador, luego ante el nivel departamental o incluso queja contenciosa. Si aún no ha sido escuchado, puede ir a la corte. Debes saber que en materia de impuestos, primero hay que pagar y luego impugnar.
Société d’Avocats DAMY, Niza, derecho del impuesto de sociedades – auditoría fiscal, Actualización 2016
