La acción colectiva: un estudio de derecho comparado
El concepto de acción colectiva entró en vigor en Francia en 2014.
La acción colectiva se define como la posibilidad de que varias víctimas de daños idénticos causados por la misma empresa o profesional presenten una demanda conjunta ante los tribunales.
Esta acción de grupo se concibió inicialmente para ayudar a los consumidores que habían sufrido perjuicios en este ámbito.
La acción de grupo se ha ampliado ahora a otros ámbitos, como la salud, el medio ambiente, la discriminación, la protección de datos personales, el alquiler de inmuebles y las prácticas contrarias a la competencia.
Para poder emprender una acción de grupo deben cumplirse una serie de condiciones:
– Al menos dos consumidores deben desear presentar la demanda;
– El objetivo de la acción debe ser reparar un daño material;
– Los consumidores deben estar representados por un abogado.
Aunque estas condiciones son bastante sencillas de cumplir, hay una que es más difícil.
Se trata de la condición relativa a la legitimación.
Sólo las asociaciones de consumidores autorizadas están legitimadas.
En otras palabras, para interponer una acción de grupo, una asociación de consumidores debe aceptar interponerla en su nombre.
En la práctica, sin embargo, las asociaciones de consumidores no están interesadas en interponer estas acciones, lo que bloquea la eficacia de este mecanismo.
Por ello, solo se han iniciado 32 acciones de grupo desde su entrada en vigor en 2014.
En cambio, la class action estadounidense no impone tal condición.
Más concretamente, en Estados Unidos, los abogados pueden iniciar acciones colectivas.
Esto simplifica el acceso de los litigantes a este mecanismo.
Del mismo modo, en el Reino Unido, las acciones de clase también son más fáciles de acceder porque no existen condiciones relativas a la legitimación.
Hasta la fecha, el bufete de abogados DAMY está colaborando con un bufete de abogados estadounidense en el marco de una “demanda colectiva” que ha presentado en Estados Unidos para defender los intereses de las víctimas de estafas relacionadas con las criptomonedas.
¿Ha sufrido daños a manos de una empresa o profesional? ¿Cree que su caso no es aislado? No dude en ponerse en contacto con Maître DAMY para que le asista en acciones colectivas en Francia, Estados Unidos o Reino Unido.