Tiempo estimado de lectura (en minutos)
La instrucción de 13 de enero de 2012 presenta los procedimientos para la transposición de este principio al derecho interno. Para poder beneficiarse de este régimen, el no residente debe estar domiciliado en otro Estado miembro de la Unión Europea y tener rentas de fuente francesa superiores al menos al 75% de sus rentas mundiales.
En caso de que se cumplan estas condiciones, estos no residentes estarán sujetos a las normas de derecho común aplicables a los contribuyentes domiciliados en Francia a efectos fiscales.
Así, aunque permanezca sujeto a una obligación tributaria limitada, en el sentido de los convenios internacionales, el Schumacker no residente puede, como los contribuyentes domiciliados en Francia:
■ deducir los gastos de sus ingresos totales;
■ beneficiarse de todas las reducciones y créditos fiscales. Tendría así la posibilidad de beneficiarse de las distintas bonificaciones fiscales por donaciones a organismos de interés general, por el trabajo por cuenta ajena a domicilio o por el régimen de Scellier.
Además, al estar asimilados a los contribuyentes domiciliados en Francia, estos no residentes estarán sujetos automáticamente a las cotizaciones a la seguridad social (CSG y CRDS) sobre los rendimientos del activo.
No se les aplican las medidas destinadas a las personas que no tienen domicilio fiscal en Francia:
■ el tipo mínimo del 20 %,
■ las retenciones a cuenta a los no residentes sobre determinadas rentas percibidas (salarios, dividendos, intereses).
Buen abogado, Grégory Damy, abogado del colegio de abogados de Niza. Derecho Fiscal.