Esta sentencia de rechazo nos remite a la cuestión del alcance del mandato encomendado a un agente inmobiliario para la realización de una transacción inmobiliaria. De conformidad con el párrafo 3 del artículo 72 del Decreto Nº 72-678 de 20 de julio de 1972, cuando incluye la autorización para participar en una operación específica, el mandato debe mencionarla expresamente. En ausencia de tal estipulación, el mandato es un simple contrato de corretaje por el cual el agente se compromete solo a presentar posibles compradores al vendedor. En la decisión informada, se concluyó un mandato de venta no exclusivo entre una agencia y el propietario de un apartamento por un precio fijado en un vendedor neto de € 170,000, y la comisión se cargó al comprador. Tras la negativa del vendedor a firmar un "acuerdo de venta" con un comprador que acepta estas condiciones financieras y, posteriormente, rescindir el mandato, la agencia le ordenó pagar una suma de € 10,000.

Ella gana el atractivo. Esta solución es censurada por los altos magistrados. Por lo tanto, la negativa injustificada del principal a firmar el "compromiso de venta" con el comprador presentado por el agente de bienes raíces no constituye una falta que da derecho al pago de daños y perjuicios. (fuente Dalloz)

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